Como veis en la fotografía, este plato se basaba en cuatro “palos” empapados en mojito y caipirinha. Realmente es el interior tierno de la caña de azúcar impregnado de dichos combinados y que no se comen sino que se chupan para extraer el sabor de los cócteles junto con el dulzor natural de la caña de azúcar. Un juego sensorial muy interesante y original para los combinados que se convierten en masticables en lugar de bebibles.
Cañas de mojito y caipirinha |
Al fondo las vistas desde la terraza del restaurante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario